Todos los políticos son iguales, sin importar el rebaño del que provengan. Son lobos feroces disfrazados de corderos. Sus privilegios son intocables, pero no son responsables de nada de lo que ocurre en este cuento. Mientras, las inocentes ovejas del rebaño vamos perdiendo nuestras vidas, que son devoradas día tras día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario